Hablar de Jesús Tapia es hablar de humor, risas y espontaneidad. Pues así, tal y como él es, este monologista decidió contar todo lo que le ocurrió en un verano y plasmarlo en su libro. Miles de kilómetros, peripecias y aventuras llenas de diversión.
Ser el diseñador de la cubierta de su libro fue todo un orgullo ya que se trata de un amigo y compañero de instituto del que conozco todos sus comienzos en esto del humor, muchas imitaciones a profesores he tenido que vivir y disfrutar en directo. En la parte delantera del libro se utilizó una fotografía con una pose muy característica suya y en la parte trasera se dibujaron a mano y como si de un niño pequeño se tratase, elementos playeros, junto con un micrófono. Casualmente y como anécdota, se dibujó una tortuga, mascota a la cual tiene mucho cariño.